1.6.18

Entrevista a Oscar González Loyo, parte III





























Siguiente parte de la charla con este historiesta que explica el origen maya del villano Asura, la creación de los personajes Jiva y Robby como patiños, su improvisación para los guiones y también el apoyo de su mamá y tía para colorear su publicación.


MAH: Bueno pero pues ahí queda como anécdota y ha servido también para tus personajes. Fijate que yo me acuerdo antes de que sacaras Karmatrón que estabas con Parchis, de repente había aventuras que eran Los Superparchis, y ya por ahí se veía el entorno de Karmatrón, veías a Tino que ya traía en su cinturón el símbolo del ying-yang, ya había ahí como ciertos dejos ahí en la historia que metías, el espacio ya se veía ahí todo estrellado con eso estilo que tú tienes.

Pues ya nos contaste la historia de los aliados de Karmatrón, pero Karmatrón, los personajes Sacek, Canilek, Asura, ¿cómo se te ocurren, cómo nacen?

OGL: Bueno dentro de la historia de Saskunah su archienemigo es Tecaztlipoca, y su correspondiente en el mundo del sánscrito del brahmanismo de la cultura hindú existen los asuras, que son demonios. Entonces como se trataba más o menos, la historia es de que los continentes antes y las culturas estaban unificadas en épocas antidiluvianas, entonces en vez de Tecaztlipoca le puse Asura.

Jiva y Robby pues en realidad siempre me ha gustado manejar patiños, porque los patiños te sirven para dar espacio y acentos en las historias y también gustan a diferentes tipos de personas, a niños, a niñas, a mamás. Porque en una historia tú debes meter puntos humorísticos, puntos épicos, románticos, de aventuras, varias cosas. Entonces así fueron haciendo, al principio Jiva hablaba con letras así raras, pero dije no eso va a estar complicado y va a viciar pues el diálogo.

Un comic mexicano de esa época se leía en 15 minutos, entonces yo dije cómo le puedo hacer para que se tarden más, entonces lo hice hablando al revés. Y pues siempre con los patiños que se están peleando, pues el robotito que era un inútil aparentemente pero luego los rescata también a ellos, y pues viene Katnatek el maestro espiritual, los aliados de la nave, el capitán, el almirante, luego Lis-ek, y así.

En realidad a mi me gusta mucho hacer las historias como si estuvieramos jugando Dungeons & Dragons, pones la situación y la misma situación de acuerdo a la psicología de los personajes van actuando y tienen que actuar de acuerdo a como son.

Entonces yo nunca hice un guión, durante toda la vida de Karmatrón nunca hice un guión técnico como debe ser, cosa que eso no se lo recomiendo a nadie, todo mundo debe de alguna manera tener un guía de un guión para hacer mejor su historia.

Pero en este caso como era semanal me la tenía que aventar en cuatro días la historieta, tenía que hacer ocho cartones diarios, y aparte no tenía tiempo para que revisaran el guión y todo esto, entonces yo iba inventando el guión conforme iba dibujando, en cuatro días tenía que aventarme ocho cartones diarios y si me atrasaba al otro día eran nueve y así.

Yo tenía que terminar a fuerza los viernes o los jueves más bien, empezaba los lunes porque los domingos terminaba y mi papá se llevaba la historieta los lunes a la editorial. Yo empezaba el mismo lunes, terminaba jueves, mi tía y mi madre coloreaban la historieta pero se coloreaba rápidamente porque era en albanene y prismacolor, era la técnica de tapado, y en dos días se lo aventaban.

Entonces llegaban los sábados y coloreaban, y también me tocaba para hacer correcciones, porque en caso de que estuvieran mal la corrección de estilo, que me tía la llevaba en ese tiempo, corregía, pero se corregía con pegotes. Y luego ya el lunes por la mañana, a las siete de mañana me levantaba y en una hora me hacía la portada porque se la tenía que llevar mi papá a las nueve. Entonces imagínate fueron diez años así (risas).


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